• El barrio de San Marcelino será el campo de pruebas de este proyecto europeo, en el que implementa un sistema innovador para reintroducir los envases dentro de una cadena de valor de plástico desde un enfoque de economía circular.
• Este proyecto, impulsado por Las Naves, supone para València la llegada de 2’7 millones de euros de fondos europeos- un 90% del presupuesto total- así como el liderazgo de esta iniciativa que comparte con Utretch (Holanda) y Alba Iulia (Rumanía). En total participan 9 estados de la Unión Europea.
• A la jornada, que se celebrará los días 20 y 21 de junio en ITENE, asistirán los socios de 9 países de la Unión Europea.

La ciudad de València será el 20 y 21 de junio la sede de la reunión de lanzamiento del proyecto europeo PlastiCircle, en que participa el Ajuntament de València a través de Las Naves. El piloto de este proyecto se desarrollará durante los próximos tres años en el barrio de San Marcelino.

Dentro de la estrategia municipal de fomentar una ciudad cada día más sostenible, València participa en el proyecto europeo PlastiCircle, cuyo objetivo es darle una segunda vida a los envases desechados de plástico a través de la economía circular.

València tendrá dentro de este proyecto un papel muy activo, así como su ciudadanía, ya que es una de las tres ciudades europeas seleccionadas como “piloto”, junto a las ciudades de Utrech (Holanda) y Alba Iulia (Rumanía).

De esta manera, València probará en el barrio de Sant Marcelino los diseños aprobados por el proyecto y podrá compartir las conclusiones con el resto de socios así como los resultados de las fases de recogida de residuos, transporte, clasificación y recuperación.

Contenedores inteligentes y retribución a la ciudadanía

La duración del proyecto es de 4 años. Este año se procederá a impulsar todo el proceso de diseño y estudio del proyecto, que se pondrá en práctica en 2018, 2019 y 2020.

En la fase de la recogida se prevé implantar un sistema que permita identificar la cantidad y calidad de envases generados por familia por medio del diseño de contenedores que identifican a los usuarios, y complementando la acción de depósito de los envases con un sistema de retribución a la ciudadanía para incentivar una recolección óptima.

La fase del transporte es la que ocasiona mayor gasto. Por eso, se prevé dotar los contenedores de sensores que reconocerán los niveles de llenado a tiempo real, para optimizar las rutas de recogida; y se dotará los camiones con un sistema de prensado de residuos para maximizar su capacidad, con el con siguiente ahorro de combustible.

Las mejoras en la clasificación prevén acciones como la realización por medio de flujo de aire (actualmente se realiza en cinta transportadora), y la separación en las fracciones óptimas que se recuperarán posteriormente. Y en cuanto a la recuperación de material, se pretende el desarrollo de productos innovadores en las fracciones previamente clasificadas: placas de espuma para aerogeneradores, estructuras de aislamiento, para-choques, bolsas de estiércol, láminas de asfalto o mobiliario urbano (vallas, bancos, muros de protección).

En esta iniciativa innovadora, que será financiada con fondos europeos en un 90% del presupuesto total, participan 9 estados de la Unión Europea.

Los socios españoles del consorcio son: ITENE (Instituto Tecnológico de Investigación de Embalaje, Transporte y Logística), que actúa como coordinador, Las Naves, SAV-LAVEGA (concesionaria para la recogida de residuos), INTERVAL (Industrias termoplásticas valencianas), ECOEMBES y la Fundación KIMbcn (Knowledge Innovation Market Barcelona).